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Historia

Historia del Instituto Murillo.
Sus cuatro sedes.

El año 2008 se celebró el 75º aniversario de la creación del Instituto Murillo en la ciudad de Sevilla. Es un Instituto antiguo en el tiempo, con la solidez de la tradición, pero moderno y adaptado a las nuevas necesidades educativas del siglo XXI, como iremos viendo a lo largo de este paseo por su historia, sus aulas y su comunidad educativa.

Los primeros años en La Florida

Sus inicios se remontan al 29 de octubre del año 1933 cuando se funda, teniendo como director a don Enrique Anaya Padilla, denominándose Instituto Nacional de 2ª Enseñanza. La sede estaba en la calle Menéndez Pelayo número 39 y formaba parte de su Claustro entre otras insignes personalidades de la cultura y el saber el profesor don Antonio Domínguez Ortiz, encargado de un curso de Geografía e Historia. Será un año más tarde, el 4 de marzo de 1934, cuando se propone el nombre de Instituto Murillo.

Allí se asistían en régimen de coeducación sevillanos y sevillanas de familias acomodadas que recibían enseñanzas con el espíritu liberal del Instituto Escuela. Hoy día, una de esas primeras promociones, la de 1935, se sigue reuniendo anualmente. Como ellos mismos relatan, se escapaban cuando podían a comer palomitas y caramelos en un jardín próximo, la calificación máxima era un 6 y el prestigio del profesorado muy reconocido. Hacían deportes y juegos en el campo del Sevilla FC que los miércoles cedía sus instalaciones.

La guerra civil española provocó en estas aulas modificaciones sustanciales. Así, a partir de 1938, se suprime la coeducación y se convierte en instituto femenino. La profesionalidad del Claustro hace que, según consta en los libros de actas, por razones conocidas que se eluden citar, se alarga el curso escolar en dos ocasiones.

La segunda sede: el Pabellón de la Argentina de 1929

Pabellón de La Argentina, en Avenida de La Palmera ( antiguo Pabellón de Argentina, 1929)

La segunda sede del Instituto Murillo fue el Pabellón que, con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, construyó la República Argentina en uno solar cedido por el Ayuntamiento de Sevilla durante 75 años denominado Naranjal de la Bella Flor, en la actual Avenida de las Delicias. En 1949 debido a las muchas y delicadas gestiones del Catedrático de Filosofía Vicente Genovés se convierte en Instituto Murillo, primero de los institutos femeninos de Sevilla.

A partir de esos años, se fue formando una magnífica Biblioteca de más de 12000 volúmenes con fondos del Instituto escuela y libros de valor incalculable. Situada en la primera planta, en la zona central del edificio, con un artesonado de gran belleza, por su amplitud, luminosidad y entorno era el lugar ideal para la lectura y el estudio. Se dedicará más adelante un apartado especial a la actual Biblioteca del Instituto y a su archivo histórico.

Por sus aulas pasaron muchas generaciones de jóvenes sevillanas con uniformes azules y grises hasta que paulatinamente, a partir de 1980, se volvió al anterior sistema de coeducación, inicialmente con una tímida presencia de alumnos.

La actividad cultural de esos años fue intensa. Narciso Yepes dio recitales de guitarra. Charlas, conferencias y mesas redondas difundían la cultura por todo el barrio de Los Remedios y la Palmera de Sevilla.

El teatro era la actividad que más entusiasmo despertaba. Desde 1972, el catedrático de Griego Francisco Aparicio, del que se hablará más adelante, se dedicó al montaje inicialmente de obras clásicas, Antígona, Hipólito, Las Troyanas, y posteriormente a obras más actuales como En la ardiente oscuridad y Eloísa está debajo de un almendro.

De los deseos de modernidad del Instituto puede dar cuenta que ya en 1979 se representó en su teatro la obra de Fernando Arrabal Picnic dirigida por el Catedrático de Lengua castellana y Literatura Francisco Martínez Cuadrado. Igualmente se realizó una exposición fotográfica acompañada de textos recitados y representados de la vida y obra de Luis Cernuda, en su momento muy espectacular y calificada por algunos de excesiva para un centro educativo femenino. Como se irá viendo, el teatro y la fotografía han acompañado siempre las actividades culturales del Instituto Murillo

Las tradiciones y costumbres sevillanas también estaban presentes. Era un acontecimiento esperado por el alumnado que, vestido con el traje regional, celebraba la Feria de Abril que también tenía su caseta en el patio del Instituto, con concursos de sevillanas, de letras y de bailes. El Pabellón de la Argentina, por su proximidad con el recinto ferial, se convertía en puente para toda la comunidad educativa.

La tercera sede: el Palacio de San Telmo

En enero de 1991 hubo que abandonar este edificio de la Avenida de las Delicias por problemas de derrumbamiento y el Instituto Murillo estuvo durante breve tiempo en el Palacio de San Telmo, patrimonio en ese momento de la iglesia antes de que fuera Palacio presidencial.

Las gestiones del entonces Obispo de Sevilla, don Carlos Amigo y del Presidente de la Comunidad autónoma, don Manuel Chaves, hicieron posible esta estancia. El Presidente, con suma generosidad, esperó al inicio de remodelación del Palacio de San Telmo para convertirlo en palacio de la Presidencia hasta que la nueva sede del Instituto Murillo estuviera finalizada.

La comunidad educativa sorteó toda clase de inconvenientes para poner adaptar sus estancias en aulas provisionales. La belleza del edificio y el empeño del profesorado y alumnado hicieron de esos meses una experiencia difícil pero enriquecedora.

La actual sede, en el Barrio sevillano de Nervión

Desde el curso 1991/1992, el Instituto Murillo se ubica en un barrio moderno, rodeado de ambiente universitario y empresarial. Los universitarios de las Facultades de Económicas y Empresariales, Psicología y Derecho son vecinos de nuestro alumnado.

Con un diseño arquitectónico vanguardista y adecuado a las nuevas necesidades educativas, el Instituto Murillo de Sevilla pertenece a la red de Centros TIC de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Es centro bilingüe español-inglés y tiene en marcha 11 Proyectos de innovación educativa.

Sus aulas, funcionales y modernas, son cuidadas por el alumnado y cerradas al final de cada sesión lectiva por el profesor responsable para garantizar su orden.

Directores del IES Murillo entre 1933 y 2008: Enrique Anaya, José Sánchez Romero, Manuel Lora Tamayo, José Hernández Díaz, Jaime Gálvez Muñoz, Vicente Genovés Amorós, Aureliano Fernández, Vicente Genovés (segundo periodo), Felipe Mateos, Juan Rodríguez Barrueco, Epifanio Machuca, Mario Pérez, Andrés Villegas, Salvador López, José María Aguilar, Carmen Calero, Eduardo Guerras, Maravillas Berdonces,  Adolfo Ávila y José Alberto Gómez Velasco.

P. D.: En este artículo de Juan Luis Villalobos Cañete, vicedirector y profesor de Geografía e Historia y de Historia del Arte en el IES Murillo, se puede obtener información más detallada sobre el tema.
 
 
 

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